La rinoplastia es la intervención quirúrgica que se practica para corregir las deformidades de la nariz.
Consiste, fundamentalmente, en modificar las estructuras óseas y cartilaginosas nasales para conseguir una nueva forma que mejore la armonía facial.
Es uno de los procedimientos de remodelación del perfil facial más demandado, por los evidentes cambios que produce en el aspecto del paciente, pero es a la vez una intervención que se realiza para mejorar la función respiratoria.
¿Cómo se realiza?
La operación se realiza habitualmente bajo anestesia general, si bien en casos concretos se lleva a cabo con anestesia local y sedación.
Durante la intervención, el cirujano corta y modela los huesos y cartílagos nasales para conseguir la forma deseada.
En ocasiones se realizan, además, unas incisiones en la base de los orificios nasales. Con el fin de ayudar a dar forma o servir de sostén a la pirámide nasal, con frecuencia se utilizan como injertos diferentes tejidos del propio paciente, como cartílago o hueso, mientras que en raras ocasiones se recurre a materiales sintéticos.
La belleza está sobre todo en la estructura ósea que sujeta las partes blandas de la cara. Resulta importante: visualizar desde pequeños cambios hasta auténticas transformaciones faciales. Hoy en día podemos suavizar o endurecer rasgos; masculinizarlos o feminizarlos, afortunadamente hay tratamientos más personalizados.
Es importante que el paciente siga la prescripción médica de los cuidados post-operatorios.
¿Quedan cicatrices por una cirugía de Rinoplastia?
Si bien es cierto que como resultado de toda cirugía existen cicatrices, y la nariz no es la excepción, va a depender de la indicación médica y de la técnica a seguir que las mismas queden ocultas o visibles.
Rinoplastia Abierta y Rinoplastia Cerrada.
Rinoplastia Cerrada: En este tipo de abordaje nasal las incisiones son internas, por lo tanto las cicatrices no son visibles.
Rinoplastia Abierta: Si bien gran parte de las incisiones son internas, existe una incisión a nivel medio de la columela, que sirve para levantar el colgajo mucocutáneo nasal y así dejar expuestas las estructuras nasales.
Tiempo de recuperación
En la mayoría de los casos, los pacientes pueden volver a sus ocupaciones diarias en un plazo de entre 8 y 10 días.
Síntomas Post-operatorios
Resulta frecuente la aparición de hinchazón y cardenales en la zona intervenida, manifestaciones que ceden al cabo de una semana.
Si el posoperatorio es bueno, la recuperación también lo será
En líneas generales, para que la recuperación sea lo más rápida posible es importante seguir al pie de la letra los consejos dados por el médico en cada caso concreto. Esto implica que hay que tener un poco de paciencia, porque hasta que la recuperación no sea total el paciente no podrá volver a hacer totalmente su vida normal y se verá limitado a la hora de hacer ciertas cosas.
Lo normal es que en un período de cuatro a seis semanas la nariz esté totalmente recuperada y se puedan realizar ya todo tipo de actividades. Eso sí, se recomienda aplicar a diario protector solar de calidad en la zona hasta que hayan pasado, al menos, tres meses desde la operación.
10 Cuidados Post-operatorios de la Rinoplastia
1.Seguir una dieta adecuada: Es muy normal que puedan aparecer náuseas e incluso vómitos durante las 24 horas siguientes a la operación debido a la anestesia. Para reducir al máximo este tipo de molestias se aconseja hacer dieta líquida durante el primer día: sopas, purés, infusiones… A partir del segundo día el paciente puede recuperar poco a poco su alimentación normal en función de cómo vayan mejorando las molestias estomacales. Tras la intervención se suelen recetar analgésicos para el dolor; es importante no tomarlos con el estómago vacío, puesto que pueden causar náuseas y dañar el estómago.
2.Hacer reposo absoluto: Que la rinoplastia no sea una operación de gran envergadura no quiere decir que no haya que reposar. Durante las primeras 24 horas el reposo debe ser absoluto, y en los 15 días siguientes hay que llevar a cabo un reposo moderado, evitando las actividades que impliquen un esfuerzo físico intenso.
3.No sonarse la nariz: Los pacientes que van a someterse a una rinoplastia tienen muchas dudas sobre sí podrán o no sonarse la nariz. Los especialistas aconsejan no hacerlo después de la operación hasta pasadas dos semanas para evitar que pueda producirse alguna hemorragia. En la medida de lo posible, también hay que evitar reír, llorar o gesticular con la cara.Estornudar es algo totalmente inevitable, pero mientras dure la recuperación hay que hacerlo siempre con la boca abierta. Así se reduce la presión y se evita el sangrado.
4.Realizar lavados nasales: El uso de agua de mar para la limpieza de la nariz es la mejor alternativa para reducir las molestias causadas por las heridas y las costras interiores. Además, este tratamiento ayuda, a la vez, a mantener las fosas nasales hidratadas.
5.No agobiarse con la congestión nasal: Es normal que tras una operación de este tipo aparezca congestión nasal. Se pueden utilizar sprays descongestionantes, pero solo aquellos que hayan sido indicados por el especialista y siguiendo al pie de la letra sus indicaciones. Si el paciente nota alguna molestia, como sequedad, picor o estornudos, hay que consultar rápidamente con el médico.
6.Beber agua para evitar la sequedad bucal: Mientras la nariz está taponada con las tablillas o tapones, el paciente tendrá que respirar por la boca, lo que puede aumentar la sequedad de esta zona. Para reducir este molesto síntoma lo mejor es beber agua con frecuencia.
7.Usar un humidificador: La sequedad en la nariz y en la boca es algo muy normal tras una intervención de rinoplastia. Una forma sencilla de paliar este problema es usar un humidificador, especialmente durante la noche. Al agua de este aparato se le pueden añadir sustancias descongestionantes como mentol o eucalipto.
8.Seguir las prescripciones médicas: La automedicación siempre es mala, pero es especialmente peligrosa después de una operación. El paciente que ha pasado por una rinoplastia no debe tomar más medicamentos que los prescritos por su cirujano.
Si el paciente tiene algún tipo de enfermedad o patología que hace necesario que tome otros fármacos, deberá consultar el tema con el cirujano antes de la operación.
9.Aceptar los cambios emocionales durante el posoperatorio: Es relativamente común que aquellas personas que pasan por una operación sufran un breve período de depresión tras la cirugía. Es normal debido al aspecto hinchado que presenta la cara, a las molestias de la recuperación y a lo limitado que se ve el paciente, en ocasiones, para hacer su vida normal durante las primeras semanas.
El problema suele desaparecer a medida que la recuperación va avanzando, pero si este estado emocional no mejora después de unas semanas es aconsejable acudir a un especialista.
10.Acudir al cirujano en caso de urgencia: El cirujano informará al paciente de los efectos que son normales tras la operación, así como de aquellos que no lo son. Si aparece algún problema en la vista, el paciente sufre dolor fuerte que no remite con antibióticos, tiene fiebre por encima de los 37,5 grados o sufre secreciones acuosas y claras, hay que acudir al médico de inmediato.